La nueva visión de liderazgo en el ámbito empresarial
El liderazgo es un aspecto y una cualidad fundamental, que debemos potenciar en el «buen sentido» de la palabra. Necesitamos líderes orientados a los valores colectivos (no personales) y que cuenten con valores específicos, para que puedan aplicarlos de la manera más adecuada. El coaching lleva ineludiblemente al liderazgo por cuatro motivos principales:
1. Los líderes del futuro tendrán que desarrollar un estilo basado en el coaching y no en las órdenes y el control. Conservar al personal, y especialmente al mejor, es básico, y los empleados esperan que se los trate mejor. Las imposiciones, las órdenes, la autocracia y la jerarquía pierden fuerza y cada vez son menos aceptadas. Los trabajadores quieren más capacidad de elección y más responsabilidad personal en su puesto de trabajo.
2. El estilo de liderazgo y de gestión determina el rendimiento del personal. ¿Qué empresa no desea el rendimiento más elevado posible? El estilo que adopte el líder, debe tener en cuenta el valor añadido que supone el personal que tiene a su cargo, delegando responsabilidades y creando un marco de entendimiento y cooperación mutuos.
3. Al ayudar a otros a reforzar su conciencia y, en consecuencia, su autoestima, se sientan las bases de su capacidad de liderazgo en el futuro. Los líderes han de tomar decisiones a diario y para poder hacerlo con eficacia, han de contar con estas cualidades personales que les ayuden a enfocar la tarea y a realizarla exitosamente.
4. El contexto externo en el que operan las organizaciones cambia constantemente. La globalización, las comunicaciones instantáneas, las crisis económicas, la responsabilidad social corporativa son algunos ejemplos. Estos continuos cambios en la sociedad actual requieren nuevas cualidades y formas de liderazgo.
Otro aspecto muy relevante, que hay que tener en cuenta en el liderazgo es liberarse de un factor que nos limita enormemente: el miedo. Los posibles líderes del futuro se enfrentan a una multitud de retos externos que suelen resultar abrumadores y que no les permiten ver el horizonte con nitidez. También viven y trabajan en una cultura del miedo, lo que aún los bloquea más y dificulta su tarea.
El miedo define el estado interior de la mayoría de los líderes, por lo que no ha de extrañarnos que fracasen. El miedo puede atribuirse a factores externos, internos o ambos; sin embargo, sean cuales sean las circunstancias externas en que nos encontremos, somos responsables de como reaccionamos ante ellas. Podemos sucumbir y retirarnos, podemos negarlas y seguir como si no existieran, o podemos entenderlas como un reto y crecernos ante ellas. La decisión es cuestión de la fase de desarrollo personal que haya alcanzado el líder. Sólo cuando los miembros del consejo se hayan liberado de sus propias reacciones de temor, podrán influir confianza en la siguiente línea de directivos, y así sucesivamente en toda la empresa.
En conclusión, debemos liderar de forma convincente, clara y buscando aunar fuerzas, apoyos y responsabilidades en todos los integrantes del equipo. Es vital que el líder imprima una visión positiva, conciliadora y madura sobre los objetivos y metas que se deben cumplir; de esta manera, dispondremos de lo necesario para lograr el éxito que buscamos.
Me despido con una cita de uno de los padres del coaching Sir John Whitmore: » El camino hacia el liderazgo brillante dista mucho de ser llano; supone un gran reto y requiere tiempo»
¡Hasta la próxima amigos! ¡Intensidad, coraje y pasión en vuestras vidas! 😉