La tríada del liderazgo efectivo: Consistencia, disciplina y claridad

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Un liderazgo bien ejercido y aplicado de manera efectiva, tiene necesariamente asociados tres cualidades fundamentales, las cuales permitirán crecer a una organización a todos los niveles. Estas cualidades no son negociables, y suponen la materia prima para forjar un éxito duradero en cualquier organización. Su aplicación no garantiza el éxito, pero si son el cimiento y la base para que cualquier organización empiece a construir su camino en positivo y con una brújula clara.
En primer lugar, nos encontramos con la claridad, cada organización debe saber porqué hace lo que hace. Muchos líderes creen erróneamente que la clave de su éxito organizacional consiste en la calidad de sus productos, en su propuesta-modelo de negocio o en la logística y costes, con las cuales maximizan sus beneficios, nada más lejos de la realidad. Las personas normalmente compramos y nos comprometemos con aquellas organizaciones o empresas que saben la razón de su existencia, y cual es su aporte genuino al mundo y a la sociedad. Para inspirar resulta imprescindible empezar por la claridad que otorga el porqué.
«Si quieres realmente inspirar resulta imprescindible empezar por la claridad que otorga el porqué«
Aunque parezca algo de sentido común, la cruda realidad es que el modelo empresarial imperante sigue teniendo como objetivos finales el beneficio y a los accionistas por encima de todo y de todos como fin en sí mismo. Las empresas que tienen claro su porqué obtienen como consecuencia un beneficio (que desde luego supone algo vital para la vida útil de cualquier empresa), pero el beneficio es una consecuencia de un porqué bien cimentado y claro. Para este tipo de empresas los beneficios son importantes y relevantes pero no suponen el aspecto crucial de su razón de ser.